FATIGA sintoma muy frecuente en la EM

La Federación Española para la Lucha contra la Esclerosis Múltiple (FELEM) junto con MS in Focus han aportado un dato relacionado con la fatiga, síntoma muy presente en personas con esclerosis múltiple:


Un 90% de personas con esclerosis múltiple siente fatiga. Es uno de los síntomas no-visibles de esta enfermedad. Es importante tomarse en serio la fatiga y prestar especial atención a su control.


En redpacientes es uno de los síntomas que medimos gracias al cuestionario de esclerosis múltiple, y la fatiga está entre los 3 síntomas qué más presentáis, alcanzando un 70,8%, junto con espasticidad y debilidad en las extremidades.


La fatiga en esclerosis múltiple es diferente para cada uno de los afectados: a algunos les provoca un cansancio insoportable, mientras que en otros hace empeorar los síntomas como las alteraciones visuales, las dificultades para concentrarse, la memoria, la movilidad y los espasmos musculares. La fatiga puede dificultar el desarrollo de las actividades diarias.


Existen distintos tipos de fatiga:


Fatiga primaria
La fatiga primaria aparece como resultado directo del daño al sistema nervioso central. El cuerpo responde a este daño enlenteciendo las reacciones, por lo que aparece la fatiga.
Las personas afectadas de esclerosis múltiple presentan diferentes tipos de fatiga, que son:
■Lasitud: es un cansancio insoportable que no está relacionado directamente con la participación en una actividad o ejercicio.
■Fatiga “neuromuscular”: se produce en grupos de músculos específicos, por ejemplo, en la mano después de escribir durante un breve periodo de tiempo.
■Fatiga por sensibilidad al calor: un aumento de la temperatura corporal puede provocar la aparición de la fatiga. Este tipo de fatiga puede producirse por cambios estacionales en el clima, pero también puede aparecer por otros motivos, como, por ejemplo, por bañarse con agua caliente o tomar alimentos calientes.


Fatiga secundaria
La fatiga puede aparecer como consecuencia de otros factores que no están directamente relacionados con la esclerosis múltiple. Pueden ser:
■Alteraciones del sueño
■Infecciones: pueden provocar la aparición de ciertos síntomas que pueden derivar en fatiga específica de la esclerosis múltiple, por ejemplo, un resfriado o una gripe pueden aumentar la temperatura corporal.
■Ejercicio: el mayor esfuerzo que debe realizar el cuerpo, si se ven afectadas la movilidad o la coordinación, pueden producir fatiga.
■Medicación: existen numerosos medicamentos que pueden provocar cansancio o somnolencia como efectos secundarios. Es importante saberlo. Si observas que existe una relación entre una modificación en los niveles de fatiga y un cambio en la medicación, díselo a tu médico de cabecera.
■Depresión: puede deberse a una lesión nerviosa o a la repercusión emocional de ajustarse a la esclerosis múltiple.
■Entorno local: la iluminación y la temperatura en la zona de trabajo es muy importante, ya que una mala iluminación hace aumentar el esfuerzo visual y el calor suele agravar la fatiga.


Control de la fatiga
La fatiga exige un enfoque coordinado que conlleva la participación e implicación activas de familiares y amigos, así como de profesionales sanitarios. Puedes creer que tus relaciones personales se ven perjudicadas porque los demás no comprenden cómo te afecta la fatiga.


Fuente: FELEM

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