La esclerosis múltiple con componentes autoinmunes y de difícil diagnóstico genera lesiones al sistema nervioso central y de manera crónica, discapacidad relacionada con dichas lesiones.
Es una enfermedad autoinmunitaria que afecta el cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central). Predomina en el sexo femenino, en proporción de tres mujeres contra un hombre, con una incidencia de 1 por cada 1,000 personas entre los 20-40 años. Como en todas las enfermedades, un diagnóstico y tratamiento oportunos y adecuados pueden controlar los “brotes” de la enfermedad, limitar la magnitud de la discapacidad y, en general, lograr mantener una calidad de vida óptima para su adecuada integración a la sociedad.

Para logar ese fin, son variados los tratamientos que existen, según PROBIOMED, una firma mexicana orientada a la investigación, desarrollo, manufactura y comercialización de productos de biotecnología y farmacéuticos para la salud humana, con el uso de URIBETA® más de 4,000 pacientes con esclerosis múltiple en México “han mejorado su calidad de vida”.

“Trabajamos día a día a favor de los pacientes, para lograr que los medicamentos biotecnológicos sean una alternativa terapéutica real, que estén a su alcance, con los más altos estándares de seguridad que mejoren la salud y eleven la calidad de vida del paciente”, afirmó el Dr. Augusto Figueroa, director de Relaciones Científicas de PROBIOMED.

Medicamentos

Los medicamentos biotecnológicos se enfocan principalmente en padecimientos neurológicos, reumatológicos y oncológicos, como la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide y el linfoma no Hodgkin, respectivamente.

Y para entender a qué se refieren los especialistas con medicamento biotecnológico, el doctor Figueroa explica que se trata de aquel que se produce en organismos o células vivas, tales como bacterias, levaduras o células de mamíferos como las de ovario de hámster chino. “Estos medicamentos, a diferencia de los fármacos obtenidos por síntesis química, son grandes y complejos, pero con características de selectividad, eficacia y tolerabilidad superiores, lo que ha hecho que este tipo de medicamentos se desarrollen cada vez más para enfermedades como el cáncer, artritis reumatoide, insuficiencia renal crónica, diabetes y esclerosis múltiple, entre otras”, detalló el especialista.

Por otra parte, los medicamentos biosimilares el doctor Figueroa explica que son aquellos que, al término de la vigencia de la patente de un medicamento biotecnológico innovador, son producidos por otros laboratorios con metodologías distintas, pero que al final, dan lugar a un medicamento prácticamente idéntico al innovador, probado lo anterior mediante técnicas analíticas muy rigurosas y modernas, así como estudios preclínicos y clínicos de forma que satisfagan todos los requerimientos que exigen los sistemas de salud para otorgar el permiso de comercialización y uso en pacientes.

“Una ventaja de los medicamentos biosimilares es que el precio final cae por debajo del innovador, lo cual puede significar ahorros para los sistemas de salud y para los pacientes mismos, sin que esto signifique una merma en la calidad, seguridad y eficacia de los medicamentos”, aclaró el doctor Figueroa.

Según los especialistas de dicha firma, será un gran apoyo para los países de Centroamérica que aún no cuentan con dicho medicamento ya que es un producto cuya eficiencia consiste en “reducir la frecuencia de los brotes”.