Mayor control para los pacientes de esclerosis múltiple

Madrid  22 de noviembre de 2012. 00:00h Raúl Salgado / Barcelona.


La esclerosis múltiple suele iniciarse en la edad adulta –entre los 20 y los 40 años- y su causa exacta se desconoce por el momento. Los síntomas de esta enfermedad son imprevisibles y varían de una persona a otra. Sin embargo, se ha demostrado una doble prevalencia entre las mujeres. Los costes asociados a su tratamiento se estiman entre 30.000 y 40.000 euros anuales por paciente. La LXIV reunión anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), celebrada esta semana en Barcelona, ha mostrado las últimas líneas de investigación de la enfermedad, así como la eficacia de los medicamentos más novedosos. «Curar la esclerosis múltiple no es previsible porque las alteraciones son persistentes. 
De lo que sí estamos muy cerca es de controlar las recaídas y la aparición de brotes», declaró el doctor Juan Antonio García Merino, responsable de la unidad de esclerosis múltiple del Servicio de Neurología del Hospital Puerta de Hierro, de Madrid. El principal miedo de los pacientes es quedar en silla de ruedas y, aunque un porcentaje considerable llegue a tal situación, los últimos fármacos ayudan a convivir mejor con la patología. Actualmente existen siete tratamientos. «Hace quince años no había nada. Hoy en día, muchos de los pacientes pueden seguir trabajando y disfrutando de una mejor calidad de vida durante más años. 
Estamos ganando tiempo, lo que es muy importante», manifestó la doctora Celia Oreja-Guevara, coordinadora de investigación clínica del Servicio de Neurología –unidad de esclerosis múltiple- del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid. De entre todos los tratamientos destaca el Fingolimod, el primero de administración oral. --> El doctor Óscar Fernández, del Instituto de Neurociencias Clínicas del Hospital regional universitario Carlos Haya, de Málaga, reveló que esta terapia «la siguen 50.000 personas en el mundo, más de mil en España, y presenta aproximadamente un 61% de efectividad en cuanto a reducción de la actividad de la enfermedad. Estamos elaborando un estudio, en el que España tiene mucha importancia, para saber si el fármaco es mejor desde el principio del diagnóstico o tras haber probado con otros». 
Elegir un tratamiento u otro no es tarea sencilla. La eficacia, los posibles efectos secundarios, así como la forma de vida, las condiciones laborales e incluso la opinión del enfermo son los principales factores que influyen en la elección. «Son muchos los pacientes que abandonan los tratamientos por ser inyectables. Cuando llevan mucho tiempo tratándose, se empiezan a saltar algunas dosis. Por vía oral se mejora la adherencia», destacó la doctora Oreja-Guevara. Las ventajas del Fingolimod son numerosas. A la facilidad de su administración –una cápsula al día- habría que añadir la eficacia de su acción. Retiene a los linfocitos en los ganglios linfáticos de forma reversible, por lo que reduce la recirculación de linfocitos autorreactivos –causantes de las lesiones inflamatorias- e impide su infiltración en el sistema nervioso central. 
El medicamento se ha dejado en segunda línea porque se desconocen con exactitud los efectos a largo plazo, aunque «siendo cautos con su administración, con el seguimiento y con la elección del paciente presenta bastante seguridad», confesó el doctor Fernández. Lo que sí se ha observado ha sido un ligero aumento de las infecciones pulmonares –principalmente bronquitis- entre los pacientes tratados con Fingolimod. Para el doctor Rafael Arroyo, uno de los clínicos españoles con más experiencia en el uso de este tratamiento y responsable de la unidad de esclerosis múltiple del madrileño Hospital Clínico Universitario San Carlos, «se trata de un fármaco diferente, muy esperado por los pacientes, quienes presentan claramente menos secuelas. 
El Fingolimod se autorizó hace un año y los beneficios que había demostrado en los ensayos clínicos se están corroborando en la práctica clínica diaria. El tratamiento supone una reducción de brotes por encima del 50%. También está destinado para enfermos que hayan fracasado con terapias previas –en fase I- o para pacientes con una enfermedad muy agresiva». 

Al mismo tiempo, el doctor Arroyo afirmó que los fármacos han cambiado mucho la calidad de vida de los pacientes, a quienes recomendó «llevar una vida sana, con una actividad física moderada y acorde a la situación, fisioterapia y una alimentación variada». 

LÍDER EN INVESTIGACIÓN «En estos momentos la esclerosis múltiple es la enfermedad que más investigación clínica tiene de entre todas las neurológicas, y España está a la cabeza», sostuvo el doctor Arroyo. 
La Sociedad Española de Neurología elabora diferentes guías terapéuticas para lograr un óptimo tratamiento de la esclerosis múltiple. El estudio «Futura», presentado en el marco de esta reunión anual, y en el que han participado 28 hospitales nacionales, analiza la habitual práctica clínica de los neurólogos españoles ante la enfermedad, y evalúa el grado de cumplimiento de los manuales para garantizar una correcta atención asistencial.
--> Entre las principales conclusiones del estudio destaca que el 94% de los enfermos incluidos en el análisis fueran tratados según dictan las guías terapéuticas, que la mayoría de los pacientes pasen por dos o tres tratamientos modificadores de la enfermedad de primera línea antes de cambiar a una segunda línea y que en el 15% de los casos, a pesar de una respuesta clínica inadecuada, no se haya optado por modificar el tratamiento –ya sea por decisión del neurólogo o del paciente-. 
En definitiva, según los resultados de «Futura», la práctica totalidad de los neurólogos siguen las directrices de la SEN. «La Seguridad Social cubre los tratamientos para esclerosis múltiple. Todos se recogen en los hospitales aunque, dependiendo de la comunidad autónoma, varían las condiciones Es una enfermedad crónica y grave, y los medicamentos son muy costosos», finalizó la doctora Oreja-Guevara. Descubre una nueva forma de disfrutar de La Razón.es

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