CANNABIS TERAPEUTICO

Reflexiones sobre el cánnabis terapéutico

20-06-2011

Todavía no ha dado por acaba su tesis doctoral –la leerá este verano– pero Emma Puighermanal, de 28 años, ha conseguido algo que muchos científicos con años de experiencia quisieran: publicar los resultados de una investigación en la prestigiosa revista Nature –en Nature Neurosciencie, para ser más exactos–.

Después de estudiar Biología Humana en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y cursar un máster en Neurociencia en la Universitat de Barcelona, Emma regresó a la UPF para incorporarse como investigadora al Laboratorio de Neurofarmacología, donde se puso a trabajar en su tesis bajo la dirección de Rafael Maldonado y Andrés Ozaita.

"Siempre tuve claro que me gustaba la investigación, es algo vocacional", dice Emma. Con sólo 25 años fue la primera firmante de este artículo de Nature Neuroscience, en el que explicaba uno de los descubrimientos que conforman su tesis doctoral: la conexión entre el consumo del cannabis y la amnesia. "Publicar el artículo me subió la moral, la vida del estudiante-becario es muy dura, trabajas muchas horas y los resultados son lentos, hay que tener mucha paciencia".

Emma es modesta y explica su trabajo como si tal cosa: "la afectación de la memoria es una de las consecuencias más negativas del consumo del cannabis, incluso cuando se administra como tratamiento terapéutico". El grupo en el que esta joven investigadora trabaja analiza los mecanismos moleculares que explican este efecto. "Hemos descrito una serie de proteínas que se activan en cascada y que están correlacionadas con estos efectos sobre la pérdida de memoria; si conseguimos inhibir estas proteínas con algunos fármacos evitaremos que el cannabis afecte la memoria cuando se toma como medicamento", cuenta.

El descubrimiento le valió también el premio José Antonio Salvà de Farmacología 2010 a la mejor publicación en este ámbito, además del premio de investigación Fundación Antonio Esteve, que ha recaído sobre todo el equipo de Maldonado, también por el mimo artículo. Las críticas a la falta de productividad y excelencia de la universidad española son constantes, pero Emma y el equipo en el que trabaja supone un ejemplo del cambio de tendencia que viven algunas universidades y demuestra que no todo es negativo en la educación superior, aunque a veces sólo se destaquen esos aspectos.

Lo mismo ocurre con la formación y la capacidad de los jóvenes, opina Emma. "Nuestro nivel es alto, he trabajado como becaria en centros de Canadá y Alemania y sus científicos se sorprenden por la preparación de los estudiantes catalanes, deberíamos quitarnos complejos de encima". Durante los cinco años de licenciatura, Emma invertía todos los veranos en trabajar como becaria en laboratorios. "Allí, al compararme con estudiantes de otros países, me di cuenta de lo bien preparada que estaba", recuerda.

Buena cantera que hay que cuidar, señala Emma. "Con los recortes, muchos jóvenes están pensando en marcharse". Algunos de sus compañeros ven el futuro fuera de España ante la falta de perspectivas. "Salir y tener experiencia internacional es indispensable, pero debería ser una opción, no una obligación por la escasez de oportunidades y la precariedad", añade.
Ella se irá por voluntad propia. Un centro de investigación de Francia le ha ofrecido un contrato por tres años. En enero dejará la universidad y empezará su nueva etapa.

El proyecto

Cannabis y amnesia
Emma investiga cómo afecta el consumo terapéutico de cannabis a la pérdida de memoria y busca un mecanismo para evitarlo. Este verano defenderá su tesis y en enero se irá a trabajar tres años a un centro de investigación en Francia. Su dominio de otros idiomas le ha permitido participar en congresos y ponencias internacionales.

Durante su licenciatura, invertía todos los veranos en trabajar como becaria en laboratorios de Canadá y Francia.

Fuente: La Vanguardia

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